Guía de microaventura de Clara Ferrand
¡Dejémoslo todo y vayámonos de microaventura! ¿Te parece un sueño inalcanzable? Pues no lo es. Es definitivamente posible -incluso recomendable- ¡y puedes empezar el próximo fin de semana si quieres! Las microaventuras están de moda. La idea es utilizar poco recorrido, presupuesto y restricciones para vivir grandes emociones, emociones y encuentros. Pero las microaventuras no son experiencias triviales. Basadas en el principio de que no hace falta recorrer miles de kilómetros para cambiar de aires y maravillarse, este nuevo tipo de escapada brinda la oportunidad de volver a conectar con el entorno natural y la zona que nos rodea. Redescubramos el mundo que nos rodea con un enfoque sencillo, interesado y humilde.
Clara Ferrand - Microaventurera extraordinaria
Clara Ferrand es fotógrafa de profesión y microaventurera apasionada. Viaja por toda Francia capturando los momentos mágicos pero fugaces que la naturaleza ofrece al objetivo de su cámara. Esta es su guía sobre cómo prepararse para estas excursiones de varios días fuera de los caminos trillados.
No confundir senderismo con microaventura
"Para vivir una auténtica experiencia de microaventura, hay que ser consciente de que no se trata sólo de una excursión, aunque sea fuera de los caminos trillados. Para mí, el senderismo es una forma de explorar un país evitando las rutas turísticas convencionales. Los excursionistas buscan lugares especiales que pocas personas tendrán la oportunidad de descubrir porque no piensan, no quieren o no pueden llegar a ellos. Las microaventuras tienen lugar durante un periodo de tiempo más largo: un fin de semana. Empiezas en tu propia casa. Y también acabas allí. Exploras tu región con la mochila puesta durante varios días, pero no sólo caminando. Puedes ir en bici, en canoa, etc.".
Dale sentido a tu microaventura
"Si el senderismo es un medio, la microaventura es un enfoque real. Es un enfoque responsable desde el punto de vista económico y medioambiental porque una microaventura implica buscar y experimentar un cambio de escenario cerca de casa. Darse la oportunidad de que el entorno local le sorprenda con encantos que quizá desconozca. Reconectar con la naturaleza, con el territorio y con las raíces. Participar en la reflexión sobre el clima a tu escala y aportar tu granito de arena... También es un pequeño reto que te propones: un desafío físico y mental porque sales un poco de tu zona de confort. Ponerte a prueba para sentirte vivo. Si estos proyectos no van acompañados de una búsqueda de sentido, por pequeña que sea, es evidente que nos producen mucho menos placer".
Haz una lista de lo que quieres hacer
"Normalmente, cuando entras en el juego de la microaventura, no te faltarán ideas. La creatividad llega rápidamente tras el deseo de alejarse de todo. Con un poco de imaginación y buenas fuentes de inspiración -recomiendo el libro de Amélie Deloffre "2 jours pour vivre"-, tu cuaderno de viaje pronto se llenará de ideas. Enumerarlas facilita ver lo que es factible a corto plazo en función de la temporada, tu disponibilidad, tu nivel de formación y, sobre todo, lo que te apetece hacer".
Prepara cuidadosamente tu microaventura
"Puede que no te preocupes demasiado por la preparación, pensando que ya te aconsejarán cuando estés allí: básicamente, ¡vete a la aventura y a ver qué pasa! Esta no es la manera de hacer las cosas. Las microaventuras consisten sobre todo en una preparación cuidadosa, con un poco de margen para la improvisación.
"Decido el destino con un mes de antelación. Luego, dos semanas antes de partir, me informo sobre la ruta que voy a seguir y busco toda la información posible sobre logística, refugios, fuentes de agua, opciones para comer, etc. Para ello, consulto guías y foros en Internet. Por último, el día antes de partir, termino de hacer la maleta tras comprar las últimas cosas de mi lista de equipo necesario".
En la bolsa
"Para que una microaventura tenga éxito, necesitas la bolsa adecuada, y por tanto el equipo. Todo es cuestión de equilibrio: no hay que olvidar nada y hay que estar preparado para cualquier eventualidad, pero sin sobrecargarse. Sobrecargar la bolsa es un error que cometí al principio. Es habitual entre los microaventureros novatos. Mi consejo es volver a lo básico. Adoptar un enfoque minimalista para no agobiarse y aprovechar al máximo la experiencia. Por ejemplo, creo que no tiene sentido llevar un libro porque no tendrás tiempo de abrirlo en 2 o 3 días".
Descubre lo que hay dentro de la bolsa de Clara aquí
Escuchar la previsión meteorológica
"Digo deliberadamente que hay que escuchar la previsión meteorológica en lugar de mirarla, porque si las condiciones son malas, es mejor posponerlo que seguir adelante con mal tiempo. No se trata de abandonar la aventura al menor riesgo de lluvia, viento o nieve, sino de ser sensato. Con mal tiempo, un vivac pronto se convierte en algo muy desagradable, e incluso peligroso en la montaña".
Tener un plan B
"A lo largo del fin de semana, es importante estar atento a las previsiones meteorológicas para poder adaptarse en función de las necesidades. Por eso siempre me informo sobre las vías de evacuación, un plan B, refugios cercanos, atajos para la ruta y otras opciones prudentes por si acaso... Son cosas que puedo tener en la manga si las condiciones se complican demasiado. Saber que puedo utilizarlas me hace sentir mejor. Del mismo modo, siempre le digo a alguien adónde voy antes de salir".
Evita pasar demasiado calor para protegerte del frío
"Puede parecer un poco paradójico, pero en las primeras expediciones a menudo se tiende a llevar demasiada ropa. Es comprensible: todos preferimos pasar demasiado calor que demasiado frío. Pero el resultado es que a menudo vemos a excursionistas que llegan a la cumbre completamente empapados en sudor. Pocos minutos después de parar y descansar, la humedad de las capas más cercanas al cuerpo se convierte en un serio enemigo que les enfría más rápidamente. Por eso, es mejor parar en la subida para quitarse una capa y dejar que el cuerpo respire que arriesgarse a sufrir una hipotermia en la bajada".
Prepárate contra el frío
En la montaña, mientras que el calor es "sólo" desagradable pero manejable, el frío es activamente peligroso, por lo que es una cuestión a la que merece la pena prestar mucha atención. Tu equipo debe ser impecable y completo. Hay tres elementos clave para combatir el frío durante mis microaventuras:
- Mi chaleco térmico: Mi chaleco es ligero, compacto, versátil, agradable de llevar porque se ajusta muy bien y además... Ya es muy cálido de por sí, pero cuando hace mucho frío puedo encender las pilas, que me calientan al instante.
- Mis guantes finos que se convierten en manoplas: ¡Ideales para mí como fotógrafa! Puedo ajustar mi cámara sin tener que quitarme estos finos guantes. Cuando vuelvo a caminar, se convierten en unas manoplas muy cómodas e impermeables.
- Mis calcetines térmicos: Siguen el mismo principio que la chaqueta de plumón. Son muy cálidos y cómodos, y puedo encender las pilas de la calefacción si hace demasiado frío.
Comparte tus microaventuras
"Una vez terminada tu microaventura, ¿por qué no correr la voz? Conviértete en embajador de la microaventura. Por eso creé el blog Wild Road: para compartir esta pasión y estas experiencias mágicas, y para animar a otros excursionistas a salirse de los caminos trillados de esta manera."