Por qué es conveniente utilizar calentadores
Cuando se practican actividades al aire libre en invierno (esquí, snowboard, senderismo, caminatas diarias, caza, etc.), mantener las extremidades calientes suele ser todo un reto. La humedad, el frío, el viento o las bajas temperaturas pueden enfriar rápidamente los pies o las manos, lo que reduce la comodidad, disminuye la sensibilidad e incluso puede afectar a la circulación.
Los calentadores Therm‑ic ofrecen una fuente de calor instantánea, portátil y práctica, que permite conservar el calor corporal donde más se nota —pies, manos o extremidades— para poder continuar con sus actividades con tranquilidad.
Qué aportan los calentadores Therm‑ic
- Calor activo y rápido: nada más abrir la bolsa, los calentadores se activan al entrar en contacto con el aire. Difunden un calor constante en pocos minutos, con una duración de hasta 6 a 8 horas según el tipo (pies, manos, bolsillos).
- Simplicidad y uso inmediato: no necesitan pilas, enchufes ni equipos complejos: se abren, se colocan (en calcetines, botas, guantes, bolsillos) y ya están listos para usar. Muy prácticos para usos puntuales, salidas, excursiones o en la ciudad.
- Adecuado para numerosas actividades: ya sea esquí, snowboard, senderismo, caza, caminatas en climas fríos, días al aire libre o simplemente esperar en el frío, los calentadores son versátiles y se adaptan a diversos usos.
- Aislamiento y confort térmico sin ajustes complejos: incluso sin calcetines o plantillas calefactables, estos parches «desechables» proporcionan un calor adicional eficaz, especialmente útil cuando las condiciones son imprevistas o no se desea instalar un sistema de calefacción completo.
- Accesorio inteligente y poco voluminoso: fáciles de transportar y almacenar, son una verdadera ventaja para la mochila de esquí o de senderismo, o para tener una solución rápida de «calor instantáneo» en caso de necesidad.
¿A quién van dirigidos los calentadores Therm‑ic
- A esquiadores, excursionistas, senderistas, aficionados a las actividades al aire libre en invierno o en climas fríos, para mantener los pies y las manos calientes sin necesidad de llevar equipo pesado.
- A los habitantes de la ciudad o usuarios en entornos fríos (peatones, viajeros, ciclistas urbanos) que desean un «calentamiento rápido» para sus desplazamientos, esperas y días de invierno.
- A quienes buscan una solución puntual, práctica y sin mantenimiento, sin batería, sin carga y de uso inmediato.
- A quienes desean optimizar su confort térmico en botas, zapatos y guantes, a menudo complementado con soluciones semitécnicas (plantillas, calcetines, guantes) cuando el frío es intenso o el uso prolongado.
Consejos de expertos y buenas prácticas
- Colocar los calefactables sobre el calcetín, no directamente sobre la piel: están diseñados para calentar a través de las capas textiles, de lo contrario existe riesgo de irritación.
- Utilizarlos ante los primeros signos de frío: aplicarlos pronto (antes de que los pies o las manos se congelen) para maximizar la eficacia y evitar molestias.
- Combínalos con calcetines, plantillas o calzado adecuados para un confort óptimo: calor adicional + buen ajuste + aislamiento pasivo.
- Prevé imprevistos: guarda 1 o 2 pares en la mochila, te serán útiles para salir a esquiar, hacer senderismo o en caso de condiciones meteorológicas cambiantes.



