Por qué es fundamental una capa base aislante
Cuando sales en invierno, a la montaña o al frío para esquiar, hacer senderismo, trekking o cualquier actividad al aire libre, el cuerpo sufre variaciones de temperatura, humedad, esfuerzo, paradas, viento, etc. Una capa base estándar o sencilla no suele ser suficiente para mantener un confort duradero.
Una capa base aislante proporciona una barrera térmica eficaz, conserva el calor corporal, controla la humedad y permite una buena libertad de movimiento. Es la primera capa del equipo: si falla, todas las capas superiores tendrán dificultades para compensarlo.
Lo que aportan las capas base aislantes Therm-ic
- Calor y aislamiento térmico desde la piel: las capas base aislantes están fabricadas con tejidos técnicos, diseñados para retener el calor cerca del cuerpo y crear un microclima interno confortable, incluso en condiciones de frío extremo.
- Gestión de la humedad y comodidad prolongada: al combinar aislamiento y propiedades transpirables/evacuantes, estas prendas íntimas permiten evacuar el sudor, mantener la piel seca y evitar el efecto «frío + humedad», algo muy importante durante esfuerzos intensos o en entornos fríos.
- Movilidad y ergonomía para actividades al aire libre: diseñadas para seguir los movimientos, las capas base Therm-ic se mantienen cómodas bajo la ropa técnica, sin molestias, compresión o pérdida de libertad, lo que las hace ideales para esquiar, hacer senderismo, expediciones o llevar una vida activa en invierno.
- Versatilidad según el uso y la intensidad: ya sea para actividades activas (esfuerzo, ascensos, caminatas) o para momentos de espera o poco movimiento (descansos, telesillas, ciudad en invierno), los aislantes Therm-ic garantizan calor y comodidad.
- Base ideal para las capas de invierno: como «primera capa», estas capas base preparan el cuerpo para las capas intermedias/externas: el aislamiento está ahí desde el principio, lo que aumenta la eficacia global del equipo contra el frío.
¿A quién van dirigidas estas capas base aislantes?
- A esquiadores, excursionistas, alpinistas, trekkers, aficionados a las actividades al aire libre en invierno, es decir, a quienes se enfrentan al frío, la nieve, la altitud y el viento.
- Para personas sensibles al frío, con mala circulación o con extremidades frías: incluso sin realizar una actividad intensa, el simple hecho de permanecer mucho tiempo al aire libre justifica el uso de una buena capa base.
- Para quienes se mueven mucho (esfuerzo, transporte, caminata, escalada) o, por el contrario, alternan el esfuerzo y la inmovilidad, ya que las capas base deben regular la temperatura y la humedad según el contexto.
- Para todos los deportistas que buscan comodidad, calor, libertad de movimiento y durabilidad, ya que es una inversión práctica para varias temporadas.
Consejos de expertos y buenas prácticas
- Llevar la capa base adecuada según la intensidad y el tiempo: para esfuerzos y temperaturas moderadas a frías, una capa base aislante y transpirable; para frío intenso o esperas, una capa base más gruesa.
- Asegúrate de que te queda bien: la capa base debe ajustarse al cuerpo, sin apretar, para maximizar el aislamiento y la evacuación de la humedad.
- Úsala en un sistema de varias capas: capa base + capa intermedia (forro polar, capa intermedia) + capa exterior (chaqueta cortavientos/impermeable) para una protección óptima según las condiciones.
- Cuidar adecuadamente: lavado suave a 30 °C como máximo, sin lejía, evitar suavizantes, secado en horizontal, para conservar las propiedades termoaislantes y transpirables.
- Comprobar la compatibilidad con el resto del equipo: pantalones, chaqueta, suelas, calcetines o guantes, para que el aislamiento sea uniforme en todo el cuerpo.



